Existen dos métodos ampliamente utilizados para masterizar (“cortar”) discos de vinilo:
Corte de laca: en este método, un torno corta las ranuras en un disco de aluminio recubierto con una capa gruesa de laca (similar al esmalte de uñas seco). Este disco de laca (también conocido como acetato) se utiliza para crear el padre, luego la madre y luego los estampadores de metal. Los estampadores son las placas de níquel que se utilizan para prensar los propios discos. La laca se puede cortar profundamente con el torno, lo que permite un mayor volumen (ranuras más grandes = mayor volumen).
Masterización directa de metal: este método es similar al corte de laca, pero en lugar de un disco de laca, el torno talla las ranuras directamente en una placa de cobre. Los estampadores se fabrican directamente a partir de esta placa de cobre. Debido a que el cobre es un material más duro que el acetato, las ranuras no se pueden cortar tan profundamente en un DMM Master, lo que genera un volumen de salida ligeramente menor. Sin embargo, la dureza del cobre evita cualquier deformación microscópica de las ranuras, lo que produce un corte con un sonido ligeramente más preciso y "nítido".
Con cualquiera de los métodos de masterización, el ingeniero de corte debe realizar ligeros ajustes en el audio a su discreción para obtener el producto final con el mejor sonido. Esto puede incluir reducir algunos niveles bajos o altos, así como ajustar el volumen de salida final según la longitud de cada lado. El volumen de salida final se determina a discreción del ingeniero de corte y no está directamente relacionado con el volumen del audio suministrado. Usaremos cualquiera de los métodos de corte a nuestra discreción dependiendo del paquete particular solicitado y una variedad de otros factores. No es posible especificar qué método de masterización le gustaría utilizar en su proyecto.